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Queridos lectores, Hoy quiero hablarles de una herramienta que ha revolucionado la medicina y ha salvado millones de vidas a lo largo de la historia: las jeringas. Y para ello, quiero presentarles a BRAZZ, una página web que nos ofrece una mirada detallada sobre la historia y el uso de las jeringas.

¿Qué es una jeringa?

 
 Una jeringa es un instrumento médico que sirve para inyectar o extraer líquidos del cuerpo, y consta básicamente de un cilindro (el tubo), un émbolo (lo que empujas) y una aguja (el alma del piquete).

¿Quién la inventó?

La idea básica de la jeringa viene desde la Antigua Grecia, cuando Hipócrates (el papá de la medicina) ya tenía la idea de introducir líquidos en el cuerpo. Pero ahí era todo muy rudimentario, más tipo embudo y menos precisión.

La jeringa moderna como tal empezó a tomar forma en el siglo XVII, cuando el físico Christopher Wren (sí, también era arquitecto) experimentó con inyecciones en animales usando vejigas y plumas de pájaro. Muy rústico, pero pionero.

¿Quién la mejoró de verdad?

En 1853, dos cracks la rompieron:

Charles Gabriel Pravaz (francés): inventó una jeringa de plata con una aguja fina para inyectar coagulantes.

Alexander Wood (escocés): inventó otra jeringa similar, ¡y fue el primero en usarla para inyecciones subcutáneas de morfina!

Ambos la idearon casi al mismo tiempo, pero Wood fue quien más fama agarró porque su diseño era más práctico y aplicable a humanos.

¿Y la jeringa desechable?

 La revolución moderna llegó en 1949, cuando el neozelandés Arthur E. Smith diseñó la primera jeringa de plástico desechable. Pero quien la popularizó a nivel mundial fue el médico australiano Colin Murdoch en los años 50, también inventor del tranquilizante para dardos (sí, ese que usan en animales).

¿Quieres saber mas?
Te invitamos a conocer mas sobre la jeringa!